En Otoño del 2013 tuve la gran suerte de poder conocer la ciudad de Nueva York. Después de haberla visto en tantas series de televisión, tantas películas, videoclips, libros, documentales, … parece que la conoces incluso antes de ir. Pero lo cierto es que una vez allí, consigue sorprenderte.
Podría hablaros largo y tendido del viaje y enseñaros las cientos de fotos que saqué, pero hoy nos vamos a centrar en la parte de Picasso que descubrí allí.
Antes de empezar quisiera mencionar al Museo Guggenheim de Nueva York. Pese a que no había ninguna obra de Picasso expuesta me llamó especialmente la atención el museo, su arquitectura, la distribución de la exposición, la luz, el recorrido…


Centrándonos en el tema de Picasso me quedo con dos museos en los que podemos disfrutar extensamente de su obra, el Metropolitan Museum of Art (MET) y el Museum of Modern Art (MoMA).
Metropolitan Museum of Art (MET)

Después de un agradable y soleado paseo por Central Park decidí pasar la tarde en el MET. Este enorme museo alberga más de 100.000 piezas expuestas de las 2 millones que realmente posee. Se necesita bastante tiempo para poder visitarlo todo, en mi caso, decidí acotar un poco la visita a aquellas galerías que más me interesaban. Sin un plano del museo tengo que decir que es bastante lioso pasear por él. Tiene infinidad de salas que conectan unas con otras y que hace que te acabes desorientando fácilmente.
Abarca grandes áreas como arte griego y romano, arte moderno, arte islámico, arte chipriota, arte antiguo de Oriente Próximo, arte asiático, arte egipcio, …
Un poco mareada de tanta pieza y tanta sala por fin encontré, casi de casualidad, la sala en la que estaban expuestas varias obras de Picasso. Estas fotos pertenecen a algunas de ellas.




También se puede observar una obra de Georges Braque en la que se puede entender la visión conjunta que tenían ambos sobre el cubismo, no en vano estos dos compañeros de pintura fueron sus inventores.


Museum of Modern Art (MoMA)
El museo que más gratamente me ha sorprendido ha sido el MoMA. Su organización, las obras expuestas, el itinerario,…me ha parecido infinitamente más sencillo y práctico para visitar. Lamento no haber cogido una audioguía para haber aprovechado mejor la visita, pero aún así repetiría.
Son muchas las piezas «míticas» que allí se pueden ver, pero me quedo con estas tres.




Y hablando de Picasso también ha sido el museo que más me ha gustado, sobre todo porque en su exposición están incluidos varios de mis cuadros favoritos como Tres músicos, Mujer con mandolina, con una clara influencia cubista y Mujer frente al espejo.




Ya por último, la estrella de la corona, por la obra en sí misma, por lo que representa, por el miedo que le dió sacarla a la luz y lo que significó años más tarde….Las señoritas de Avignon.


Espero volver a esta preciosa ciudad que tanto puede ofrecer culturalmente. Vale la pena.