Hoy vamos a proponer otro plan mañanero para hacer turismo por esta preciosa ciudad. Fácil de planear, barato y muy resultón. Con la llegada de la primavera y el buen tiempo son muchos los planes que pueden surgir para disfrutar de un día libre y, quizá, descubrir rincones de A Coruña que todavía no conocemos.
Las previsiones meteorológicas eran inmejorables, me apetecía ponerme un chandal, caminar y, sobre todo, no gastar dinero. Por este motivo, y con la ayuda de Google Maps, tracé un recorrido por una zona que hacía bastante que no visitaba y el resultado fueron 9 km en un tiempo aproximado de 2 horas. No era una maratón, por lo que el tiempo era lo de menos.
Bajar al supermercado, preparar unos bocadillos, botella de agua, y ….. a caminar!
Bajamos andando hasta el Millenium, gran obelisco que se construyó para conmemorar la entrada en al siglo XXI hace ya 15 años, como pasa el tiempo. Mide 46 metros de altura y está construido con acero y cristales de roca. Muy recomendable visitarlo de noche cuando se iluminan sus 142 focos de luz. Con el día tan despejado que hacía las vistas a la Torre eran espectaculares.
Una vez allí me llamó mucho la atención un banco que se encontraba en medio de la «nada» pero que ofrecía una panorámica preciosa de la zona. Un lugar que invitaba a sentarse y quedarse embobado mirando el mar, la Torre, …
Continuamos nuestra caminata por el paseo marítimo dirección O Portiño. Una vez finalizado el tramo de paseo marítimo continua una senda peatonal con carril bici incluido que, un día soleado y con poco viento, es magnifico para recorrer.
Y por fin llegamos a la Puerta Atlántica. Tengo que reconocer que nunca me había parado a ver esta escultura.
Antes de continuar, me gustaría recomendar la terraza de la famosa cafetería O Portiño. Desde este punto los atardeceres coruñeses se pueden disfrutar, cervecita en mano, de una manera diferente. Esas tardes de verano por las que merece la pena esperar.
A partir de aquí comienza el tramo más complicado por su ligera pendiente y porque no hay acera. El arcén es bastante ancho pero hay que tener cuidado con los coches.
Y ya por fin llegamos al Monte de San Pedro. Este precioso parque fue en su día un punto defensivo con cañones y máquinas de guerra para defender la ciudad. Hoy en día es, para mí, uno de los miradores más bonitos que tenemos. Es cierto que para disfrutarlo en su plenitud el tiempo debe acompañar, porque sino el viento y el frío puede desmerecer su encanto.
Allí nos sentamos en el césped a comernos nuestros merecidos bocadillos de pollo y descansar las piernas mientras disfrutábamos de las vistas de toda la ciudad.
Finalmente, nos decidimos a probar por primera vez el ascensor panorámico de San Pedro. Este elevador de cremallera en forma de esfera acristalada se inauguró en el año 2007 y recorre un trayecto de 100 metros. Su coste es de 3 euros por persona y trayecto. De esta forma lo que hicimos fue cogerlo para descender de nuevo al paseo marítimo.
Y ese ha sido el plan para un día libre. La verdad es que poder disfrutar de un día así en pleno Abril es una gozada para la gente del norte. Puede que algunos se pregunten ¿qué tiene que ver esto con Picasso? pues nada la verdad. Pero no olvidemos que el pequeño Pablo vivió en la misma ciudad en la que nos encontramos nosotros, disfrutó del mismo mar, de la misma Torre de Hércules, de la misma playa de Riazor….. seguro que el paisaje ha variado un poco, pero la esencia continua siendo la misma.
El vértice coruñés de Picasso 