Tres viajes a Roma, y tres veces que me sorprende. Parce que ya conoces un lugar cuando lo has visitado varias veces, pero luego te encuentras con lugares que te enamoran cada vez más.
El hecho de ir en diferentes etapas de tu vida también te hace reflexionar sobre cómo eras la primera vez que fuiste, qué hacías con tu vida por aquel entonces, quien era tu pareja, donde vivías,… y ves cómo todo cambia excepto la ciudad. Toda esa cantidad de patrimonio lleva ahí desde hace más de 1000 años, cuanta gente lo habrá visitado en todo este tiempo.
Roma son calles estrechas, pequeñas esquinas, fuentes, plazas, contraventanas, ropa tendida entre balcones, tráfico … y mucho turismo.
Son pocos los consejos que le daría a alguien si es la primera vez que visita Roma, solamente un mapa y calzado cómodo. Roma se visita caminando, perdiéndose entre las calles, descubriendo sus plazas.
Dependiendo de la cantidad de días de los que se disponga se podrá profundizar más en la visita. Aún así, no me perdería en ningún caso las siguientes cosas:
- El Coliseum. Aún para aquellos que los museos no son su fuerte, creo que la entrada a este recinto merece mucho la pena. Además, por un precio muy razonable se puede entrar con visita guiada lo que nos ayudará a comprender mucho mejor el edifico y sus alrededores. También se puede visitar por fuera el Coliseum de noche, su iluminación merece ser disfrutada.
- El núcleo central de Roma lo conforman lugares tan especiales como Fontana di Trevi, Panteón, Campo dei Fiori, Piazza Navona y Plaza de España. Estos maravillosos lugares distan pocos metros unos de los otros por lo que simplemente se encuentran paseando
- El Vaticano. Independientemente de nuestras preferencias religiosas, si las tenemos, la visita a la Plaza de San Pedro es casi una obligación. Su grandiosidad no deja indiferente a nadie. Si el bolsillo y las ganas nos los permiten también merecen la pena los Museos Vaticanos y subir a la Cúpula de San Pedro. Son 551 escalones pero la visita de toda la ciudad nos hará olvidar la fatiga.
- Comer. Una cosa no podemos dejar de hacer en Roma, comer, comer y no parar de comer. Lo bueno de que en el país haya una materia prima tan buena es que es poco probable que nos equivoquemos escogiendo restaurante. Por supuesto me refiero a platos típicos de Italia como puede ser la pasta, las pizzas, sus quesos, etc. Se puede comer por un precio muy razonable en pleno centro de la ciudad. 10 € por persona nos llega para pedir un plato y una bebida. Los platos nos pueden parecer un poco escasos ya que para muchos italianos la pasta suele ser un primer plato.
- Helado. No existe un postre o una merienda mejor que los helados. Cientos de heladerías invaden el centro de Roma por lo que la elección se basará en la cantidad de sabores que ofrezcan y la pinta que nos sugieran.
Roma es una ciudad accesible económicamente para muchas personas aunque exista un mito de que es una ciudad cara. Las claves para un viaje low cost a Roma son:
-Vuelos: Ryanair y Vueling tiene vuelos directos a Roma desde varias ciudades de España. Suele tener precios muy razonables aunque a veces sus horarios sea un poco intempestivos. Aún así existen buses bastante económicos que hacen traslados desde los aeropuertos de Ciampino y Fiumicino hasta Termini, la estación central.
-Alojamiento: zona Termini. Esta última vez nos alojamos en Hostal When in Rome Accommodation. Un trato excelente y calidad precio muy razonable. Termini es la estación de tren principal de Roma y se encuentra a unos 15 minutos caminando del centro.
Un destino muy recomendable sobre todo en primavera y otoño cuando ni el frío ni el calor aprietan. Mi recomendación ya está hecha, 🙂
El vértice coruñés de Picasso 