¿Vandalismo artístico? o ¿cómo llamaríamos a customizar una valla publicitaria conocida con imágenes del Guernica de Picasso?.
Estos días ha aparecido en Santa Pola, Alicante, uno de los toros de Osborne con un «aire Picassiano«. Estas vallas publicitarias adornan varias de las carreteras españolas para nuestro «deleite». Porque ¿qué hay más bonito que ir por la carretera de Albacete y encontrarte un toro de 14 metros en medio del campo?
En 1958 se empezaron a colocar estas vallas y actualmente existen unas 91 repartidas por todo el país. Lo cierto es que se puede considerar que el Grupo Osborne ha realizado una de las mejores y más longevas campañas publicitarias llegando a convertirse en un símbolo conocido.
Como dato a destacar el Tribunal Supremo ha dictaminado lo siguiente «Conviene aclarar que lo que constituye patrimonio cultural de España es la tauromaquia, no el animal toro […]. El toro no constituye ningún símbolo o icono oficial de España, sin perjuicio de que alguna concreta representación gráfica del toro de lidia haya resultado muy conocida y sea empleada por algunas personas junto con la bandera de España»
Dicho esto, el toro de Santa Pola ha amanecido un poco diferente esta semana. Uno o varios autores han querido usarlo como lienzo de una de las obras más famosas de Picasso, su Guernica.
Sin ánimo de incitar al vandalismo callejero tengo que decir que me ha encantado la iniciativa. Esta obra, reflejo del horror de la Guerra Civil, sigue teniendo mucho significado a día de hoy cuando las guerras y los atentados no paran de sucederse.
Siempre recomiendo la visita a la obra original en el Museo Reina Sofía, su gran tamaño y la energía que desprende me parece que es algo que no se puede perder. Las interpretaciones de la obra son variadas por lo que resulta interesante que cada uno lo perciba y sienta a su manera.
El vértice coruñés de Picasso 