Hace poco hablamos de Eugenio Arias, el conocido barbero de Picasso. Hablamos del museo que creó en Buitrago de Lozoya, un pequeño municipio de la sierra madrileña. Pero realmente su amistad se fraguó y consolidó en un pueblo francés, cercano a la costa azul. En ese pueblo comenzó su pequeña obsesión por la cerámica.
Durante sus estancias en Vallauris también realizó una de sus últimas grandes obras políticas, el mural Guerra y Paz pintado dentro de una capilla románica del siglo XII. Hoy en día esta capilla es el Museo Nacional Picasso situado en el castillo de Vallauris.

La idea de Guerra y Paz empezó a surgir en la mente de Picasso unos años antes de materializarla, se cree que en el Congreso de la Juventud del Movimiento por la Paz en Niza (1949). Su idea de crear un templo de la paz fue en aumento. Varios compañeros se habían embarcado en proyectos similares como Matisse, que se encontraba realizando su Chapelle du Rosaire por encargo de los dominicos.
Fue la propia comunidad de Vallauris la que le sugirió al artista pintar la capilla, inutilizada desde la Revolución Francesa. Picasso aceptó sin dudarlo y con casi setenta años se dispuso a realizar esta gran obra. Una gran declaración política ya que esa época fue la más activa en el Partido Comunista del que formaba parte.
En 1952 comenzó a pintar unos paneles de madera que más tarde se montarían en la cúpula de la capilla. Aún así, la obra no fue inaugurada hasta 1959.
Guerra y Paz es una obra muy hermosa. Picasso comenzó a trabajar en la capilla. Continuamente venía gente y le molestaba, por eso continuó el trabajo en el taller de Les Fournas. Se hizo construir un andamio de madera sobre ruedas, de tres pisos, y con una escalera en el medio. A veces yo me quedaba hasta las tres y las cuatro de la madrugada para moverlo. Se levantaba tarde y se ponía a trabajar hasta entrada la noche, alguna veces hasta el amanecer. Di unas pinceladas a la espalda de una de las mujeres desnudas. Picasso bromeó: «Ahora tenemos que firmar Picasso y Arias» (Eugenio Arias, El barbero de Picasso. Historia de una amistad)

En una superficie de 100 metros cuadrados Picasso pintó dos murales principales. El de la izquierda hace referencia a la destrucción y aspectos de la guerra en general. Por otro lado, en el mural de la derecha quiso escenificar su famosa paloma de la paz, la familia, un niño… La propia página Web del museo nos distingue las tres partes principales del mural: la guerra, la paz y las cuatro partes del mundo encabezados por la paloma.
Una reivindicación pacífica como sucedió con el Guernica pero más fácil de interpretar. Un acto de generosidad también para el pueblo de Vallauris que gracias a Picasso vio como los talleres de cerámica resurgían después de años de decadencia. Hoy en día se siguen realizando reproducciones en cerámica referentes a Picasso.