Hace unos meses paseando por los Jardines de Méndez Nuñez de A Coruña con motivo de la feria Made in Galicia me llamó especialmente la atención uno de los stands de cerámica. De repente vi trazos muy característicos de la obra de Picasso en esas cerámicas. Como no podía ser de otra forma me puse en contacto con la empresa gallega para interesarme sobre sus pequeñas obras y el resultado ha acabado siendo el post de hoy, :).
La cerámica pertenece al Complejo Cultural y Museo de cerámica Regal Xunqueira.
RegalXunqueira es un centro temático, un museo, una tienda, un jardín, un lugar de trabajo y experimentación, un lugar para vivir o pasar una temporada, un espacio para exponer o investigar.
El artista, Otero Regal, ceramista desde los años 70 y natural de Foz, ha conseguido durante más de tres décadas labrarse un nombre entre los artistas gallegos mejor considerados. En el año 69 se marcha a Barcelona a estudiar Enología y Cerámica en la Escuela Massana y es en esa ciudad en la que descubre a artistas como Picasso, Tápies y Miró. Es así como comienza su andadura en el mundo de la pintura y la escultura.
Las influencias de estos grandes maestros se palpan en las obras de Otero Regal. El Museo de Cerámica que se encuentra en Viveiro ha sido un gran proyecto creado por el propio artista y que ofrece un espacio multidisciplinar formado por el museo de cerámica, un taller de trabajo, un espacio para estancias de artistas que a través de becas puedan desarrollarse en el mundo de la cerámica, el diseño o las artes plásticas, un museo de piel, sala de exposiciones, auditorio, tienda, ….
La recuperación del espacio es digno de ver, respetando el patrimonio arquitectónico ha devuelto la vida a una antigua fábrica de curtidos en ruinas.
La entrada al museo es gratuita y su visita merece mucho la pena.
Para finalizar con la entrada de hoy, se recomienda visitar el centro de Viveiro. El Puente de la Misericordia, la Puerta de Carlos V y su casco antiguo pueden ser un buen plan para pasar unas horas en el lugar. Cabe destacar que el trato personal de la Oficina de Información Turística es excelente.
Si el día acompaña también es muy recomendable subir hasta el mirador de San Roque, un lugar que se encuentra a 353 metros de altura. Las vistas son excepcional y el lugar está tremendamente cuidado.
Y ya de vuelta a casa, hicimos una parada obligada en el que dicen es el banco más bonito del mundo, en Loiba.