Desde que me intereso y estudio la figura de Picasso me ocurre que vaya a donde vaya de viaje me encuentro alguna referencia sobre el artista o sobre su obra. Esto me ocurrió en mi último viaje a Marruecos visitando el Jardín Majorelle.
Este pequeño oasis situado en Marrakech fue diseñado por el artista francés Jacques Majorelle. Hoy en día es muy conocido por su jardín botánico y por la restauración que hizo de él Yves Saint Laurent. En 1980 el famoso diseñador de moda y su pareja compraron las instalaciones para ambientarlas a su gusto y cuando fallece se decide que sus cenizas permanezcan en este lugar. Hoy en día es uno de los lugares más turísticos de la ciudad.
En una de las zonas del jardín se encuentra la Galería Love, una pequeña estancia en la que están expuestos una serie de dibujos. En la página web de los jardines se explica que después de los años 70, cada año Yves Saint Laurent enviaba saludos desde su taller de costura a amigos y clientes. Estos saludos iban en forma de dibujos que el mismo componía con la técnica del collage alrededor de la palabra LOVE.
Así es como existe un dibujo de cada año. Curiosamente, en el año 1976 el dibujo se centra en una gran paloma azul y blanca en cuyo pecho se lee la palabra LOVE. No pude dejar de relacionar la paloma de Yves Saint Laurent con las famosas palomas de Picasso y Georges Braque. También en el año 1999 repite con el mismo animal aunque con distinta composición.
Investigando un poco la relación e interés del diseñador con el mundo del arte, encontré un artículo de la revista Vogue que expone:
Amante del arte, ha sabido establecer como nadie un diálogo entre la pintura y la moda. En 1965 presentó un vestido tributo a Mondrian. En las colecciones de 1970 y 1988 homenajeó a Braque. En el 79 y el 88 a Picasso y ya en 1966 tituló a una de sus colecciones “Pop”.
A continuación se puede observar los bocetos de la colección Primavera-Verano de 1988 en la que Yves Saint Laurent se inspira en el cubismo y en obras de Picasso y Braque para sus diseños.
La pintura es arte, al igual que la moda, por lo que no es de extrañar que estos dos mundos se fusionen en repetidas ocasiones.
El vértice coruñés de Picasso 