Esta semana volvemos a París, la ciudad por excelencia de Picasso. En mi última visita pude descubrir por fin el Centre Pompidou. Fuimos bastante tarde y tuvimos que hacer una visita express.
El museo cuenta con un elemento que lo diferencia del resto de museos y que forma parte de su identidad de marca, su arquitectura.
Son muchos los turistas y visitantes que se acercan al museo solamente para contemplar el edificio. Creado en los años 70 podemos calificar a este museo como original, libre de espacio, industrial, futurista, precursor e innovador. Sus dos arquitectos, Renzo Piano y Richard Rogers, entendieron que además de un buen diseño, lo que primaba era el contenido del museo, por lo que habilitaron sus espacios de tal manera que se pudieran amoldar a las diferentes obras. Combinando el acero y el cristal, se incorporaron una serie de colores de acuerdo a un código que definieron sus arquitectos:
- azul para los circuitos de aire
- amarillo para los circuitos eléctricos
- verde para las canalizaciones de agua
- rojo para el tránsito de personas (la famosa escalera mecánica que conduce a la terraza y los ascensores)
El Centre Pompidou ha hecho especial hincapié en la etapa cubista de Picasso, ampliando así su exposición con otros autores como Georges Braque, Fernand Léger o Juan Gris.
Algunas de las obras más destacadas con las que cuenta el museo son:
Buste de femme (Pablo Picasso, 1907). Esta obra forma parte de tres conocidos estudios que elabora el artista como preparación de sus famosas Señoritas de Avignon. Se puede apreciar como transforma la cara femenina en una especie de máscara, inspirada en varias exposiciones que visita en esa época sobre el arte primitivo, ibérico y «negro».
Buste de femme (Pablo Picasso, 1909-1910) y Femme à la guitare (Georges Braque, 1913). Como se puede apreciar, las mujeres han sido su máxima inspiración a lo largo de su carrera. En esta época su cercanía al también pintor Georges Braque hace que ambos artistas recorran un camino muy similar desarrollando el cubismo. Prueba de ello son varias obras en las que apenas se puede distinguir su autor.

A continuación se pueden observar dos obras de dos artistas que se dejaron llevar por esta novedosa corriente y gracias a los cuales fue evolucionando con el paso del tiempo.
Les disques dans la ville (Fernand Léger, 1920). En este cuadro se puede ver un cubismo más tardío, definido y muy colorido.
Nature morte sur une chaise (Juan Gris, 1917)
Estas obras y muchas más se pueden descubrir en el Centre Pompidou, un museo que no dejará indiferente a nadie.
«Sobre la Piazza y en el exterior del volumen aprovechable se ha agrupado todo el equipamiento relacionado con el movimiento del público. En el extremo opuesto se encuentran todo el equipamiento técnico y las canalizaciones. De esta forma, las plantas quedan completamente libres y aprovechables para cualquier forma de actividad cultural existente o por descubrir. «
Renzo Piano, arquitecto del Centre Pompidou