Un lugar: Fréjus, sur de Francia.
Una fecha : la tarde del 7 de agosto de 1966.
Un acontecimiento: una corrida de toros.
Una casualidad: que dos espectadores coincidieran en la corrida, el fotógrafo alemán Huberturs Hierl y Picasso.
Una consecuencia: la exposición «Hubertus Hierl. Picasso en las arenas«.
Picasso no era muy dado a posar ante los fotógrafos que lo sorprendían en su vida cotidiana. Es conocido su carácter reservado, incluso a veces con sus propios amigos. Por este motivo existen pocas imágenes suyas en eventos públicos, algo poco habitual dada la fama y el reconocimiento que consiguió en vida.
La tarde del 7 de agosto de 1966, acudió a la que era una de sus pasiones, una corrida taurina. En la plaza de toros no había fotógrafos esperando al pintor, por eso Hubertus Hierl, un fotógrafo alemán, supo que era su oportunidad.
Intentó captar la mirada de Picasso para, de alguna manera, pedirle permiso para fotografiarlo. Picasso lo vio y, excepcionalmente, hizo una especie de señal con la cabeza dejándose retratar sin problema. Así es como gracias a esta exposición hoy podemos ver al famoso pintor, junto a su mujer Jacquelin y a Eugenio Arias pasar una entretenida tarde de toros.
Picasso se muestra con aspecto relajado y divertido, sufriendo y disfrutando cada capotazo. Varias imágenes muestra el intercambio de conversaciones y miradas con su mujer, sonriendo a la plaza y animando al torero. Pese a que el pintor era consciente de la presencia del fotógrafo, mantuvo su particular naturalidad durante toda la corrida.
Hasta el día 3 de julio se podrá visitar esta exposición fotográfica en la Sala de Exposiciones Municipal de Buitrago del Lozoya. El acceso es gratuito.
Una visita recomendada que se puede completar, como dijimos en el anterior post, con la visita al Museo Picasso. Colección Eugenio Arias y la visita al casco histórico de Buitrago.
